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lunes, 13 de octubre de 2025

Reseña "El invencible verano de Liliana"



http://opl.juan-benito.com/Resenas/04/El_invencible_verano_de_Liliana.htm

Autor:  Cristina rivera Garza

Título: El invencible verano de liliana

Primera edición: 2021

Lugar de publicación: Random House

Género: Biografía o memoria


Sinopsis

A  casi treinta años de distancia del feminicidio, se presenta el análisis literario y periodístico basado en investigación y reconstrucción de  la vida y muerte de Liliana, hermana menor de la autora. 


Reseña

 Este texto es una combinación de memoria, investigación y prosa poética que da cuenta de la violencia de género. Ahonda en varios temas de gran relevancia, principalmente el feminicidio, término incorporado al Código Penal mexicano hasta el año 2012. Incluye información significativa, como las estadísticas que revelan la perpetración de al menos diez feminicidios diarios en el país, así como el proceso de duelo y la búsqueda de justicia.

Se trata de un compendio de investigación que entrelaza recuerdos, archivos personales de Liliana, cartas, diarios y apuntes donde ella expresaba el mundo de celos y hostigamiento del que era víctima por parte de su novio y asesino, Ángel González Ramos. Esta valiosa información permite conocer muchos detalles que habían pasado inadvertidos; por ello, la autora triangula los datos con testimonios y entrevistas realizadas a quienes la conocieron.

Esa reconstrucción revela los mecanismos de agresión ejercidos sobre una joven de apenas veinte primaveras, cuya voz fue silenciada durante años. A la vez, muestra las fatales consecuencias de no saber nombrar, denunciar ni poner límites a las violencias misóginas.

En suma, constituye una denuncia ante la ceguera imperante de la sociedad y las autoridades, evidenciando cómo tantos expedientes terminan en archivos muertos, tras declararse los casos “resueltos” o sin esclarecer.

Reseña ofrecida por Cuquis Sandoval Olivas 

Web personal https://cuquissandovalolivasletrasypoemas.blogspot.com/




lunes, 6 de octubre de 2025

La memoria: brújula del alma

https://oem.com.mx/elsoldeparral/analisis/espejos-de-vida-la-memoria-brujula-del-alma-26108096 

                                             La memoria: brújula del alma

    Cada día se conforma por veinticuatro horas y ochenta y seis mil cuatrocientos segundos; son tantas las interacciones y sucesos que se dan en ese lapso de tiempo, que resulta imposible acumularlos todos en nuestra memoria. Algunos simplemente se borran, otros permanecen de manera efímera, y los más profundos y significativos pasan a formar parte de la memoria de largo plazo.

    Cuando se cultiva el hábito de escribir un diario, este se convierte en un compendio invaluable de recuerdos personales, familiares y comunitarios. Así lo evidencian diarios célebres que hoy nos permiten asomarnos a mundos narrados desde la intimidad de quienes los escribieron: El diario de Ana Frank, testimonio luminoso y desgarrador; los cuadernos de Franz Kafka (1910-1923), donde plasmó sus reflexiones y luchas internas; o el de Miguel de Unamuno, en el que desnudó sus crisis existenciales entre la fe y la razón. Todos ellos son más que registros: son huellas de humanidad que trascienden el tiempo.

    Con la llegada de la virtualidad, conservar y compartir memorias se ha simplificado. Hoy existen múltiples redes sociales en las que volcamos fragmentos de nuestra vida en forma de texto, imagen o video. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que esas interacciones suelen consumir gran parte de nuestro tiempo, diluyendo lo esencial entre un mar de información pasajera. Se saturan los canales de la memoria y, de nuevo, solo lo verdaderamente significativo logra permanecer.

Estas reflexiones fueron detonadas por la lectura del libro En busca de la memoria, escrito por el doctor Eric Kandel, Premio Nobel de Medicina. En él, el autor entrelaza su propia historia vital con su aporte a la neurociencia. Narra los recuerdos de su infancia en la esplendorosa Viena, la sombra de la invasión nazi, su huida, la reconstrucción de su vida en un país ajeno y su formación académica. Esa trayectoria personal fue el motor que lo condujo a la medicina, a la investigación científica y, finalmente, a la comprensión de los misterios de la mente.

Cada capítulo abre la puerta a ese intrincado y fascinante universo celular: desde los fundamentos biológicos y los genes de la memoria, hasta la forma en que la experiencia moldea las sinapsis. Pero quizá lo más sorprendente es su propuesta de nuevas maneras de entender y tratar las enfermedades mentales, devolviendo esperanza a lo que antes parecía irreversible.

    Al final, la memoria no es solo un archivo pasivo, sino el hilo invisible que teje nuestra identidad. Lo que recordamos nos da sentido, y lo que olvidamos nos recuerda la fragilidad de lo humano. Por ello, escribir, leer y reflexionar no son simples actos intelectuales: son maneras de resistir al olvido y perpetuar la esencia de lo vivido.

    Porque quien recuerda, trasciende; y quien escribe, vence al tiempo.

                                                                                 Cuquis Sandoval Olivas


 

     

domingo, 28 de septiembre de 2025

Homenajes 12. Dirigido y compilado por Juan Benito Rodríguez Manzanares




José Hierro

La nada todo y el todo nada
(Jotabé)

Pluma ilustre: Del Real José Hierro
en su adolescencia estuvo en encierro.

Dictadura cortó su libertad
nunca acabó con su autenticidad
criticó al arte, con veracidad
diálogo múltiple a profundidad.

Su poesía, es representativa
con voz meta poética, ¡expresiva!

Música, mar y vida sin destierro
hombre excelso de universalidad
profunda capacidad creativa.

Cuquis Sandoval Olivas
Parral, Chihuahua (México)

José Marti

El decir haciendo
(Jotabé)

Escritor, periodista, diplomático,
filósofo y educador pragmático.

De todos los tiempos, el más cubano,
luchador social, y un gran ser humano,
además, es del mundo ciudadano,
honra del continente americano.

Prisionero con grillete y cadena,
por destierro se permuta su pena.

Con su Ser y Hacer, método emblemático,
educó: «mente corazón y mano»,
su obra como eco en el mundo resuena.

Cuquis Sandoval Olivas
Parral, Chihuahua (México)




Delmira Agustini
Fuego en la pluma
(Jotabé dodecasílabo)

Poeta uruguaya de verso encendido,
es imposible que quede en el olvido.

Poemas pletóricos de feminismo,
con mensaje contenido en simbolismo.
parte de la corriente del «Modernismo»,
enalteciendo su cuerpo y su erotismo.

Sus versos inundados en luz y fuego,
fulgor incendiario, a un mundo aún ciego.

Callar lo femenino era requerido,
mas, ella lo elevó desde su lirismo;
con fuego en la palabra encontró sosiego.

Cuquis Sandoval Olivas
Parral, Chihuahua (México)

miércoles, 17 de septiembre de 2025

Fiesta y memoria histórica








Por Cuquis Sandoval Olivas

    Desde la cuna de la civilización, los griegos dieron fundamento a la importancia del desarrollo de la observación. Recuerdo la etimología del verbo contemplar: “con”, que significa junto, y “templum”, lugar sagrado. Era en esos espacios donde los filósofos dedicaban su tiempo a observar y, al mismo tiempo, a templar el alma.

    En el método científico, la observación ocupa el primer lugar: de ella se derivan las preguntas, hipótesis o supuestos, la experimentación, el análisis de resultados y, finalmente, las conclusiones. Es la base de toda investigación, el principio que guía a quienes elaboran tesis o tesinas en la búsqueda de un grado académico.

    Así se comprende la trascendencia de la observación: fijar la atención en un hecho nos permite abrir distintos canales de percepción y descubrir detalles que, de otra manera, pasarían inadvertidos. Por eso disfruto contemplar lo cotidiano, aquello que parece repetitivo, banal o superfluo, pero que en realidad encierra un profundo contenido humano y cultural.

    Hoy deseo detener la mirada en nuestra mexicanidad, tan presente en este mes patrio. Las calles se engalanan con banderas y luces tricolores, la gente porta con orgullo los colores que nos representan, la música tradicional vibra en cada rincón, los cielos se estremecen con los fuegos artificiales y los gritos de ¡viva! se multiplican como un eco colectivo que nos une.
Hace poco escuché un video en la voz de Alberto Mayagoitia titulado Soy México. Una obra magnífica que exalta los rincones icónicos de nuestra nación: la riqueza de su naturaleza y sus espacios geográficos, su cultura, tradiciones, leyendas, personajes emblemáticos, su gastronomía, sus científicos y deportistas. Pero, sobre todo, enaltece a cada habitante de esta tierra, porque la nación se edifica en cada gesto, en cada esfuerzo y en cada vida.

    Conmemoramos la Independencia de México porque durante más de tres siglos nuestro pueblo estuvo sometido al yugo de la colonización española. Desde 1520, inició un proceso de conquista y dominación que transformó idioma, religión, costumbres y creencias. Sin embargo, la valentía de hombres y mujeres que soñaron con un destino libre abrió el camino a la emancipación.

    En 1810, el grito de Dolores rompió el silencio de la madrugada y su resonancia aún perdura. Desde entonces, nuestra historia ha sido una lucha constante por alcanzar nuevos ideales, porque así es el andar de México: siempre avanzando, siempre soñando, siempre caminando hacia la utopía.

    Nos llena de satisfacción  nuestra nacionalidad, portamos  con orgullo los trajes típicos, respetamos a los símbolos patrios, enseñamos a las nuevas generaciones con el ejemplo, de que México somos todos. 

    Hoy, al contemplar nuestra bandera ondeando al viento, entendemos que no solo festejamos una fecha. Celebramos una memoria viva, honramos el espíritu indomable de un pueblo que aprendió a templar su alma en la adversidad y que, día tras día, sigue forjando la esperanza de un mejor mañana.

sábado, 13 de septiembre de 2025

Reseña del libro "La invención de la soledad"

Autor:  Paul Auster

Título: La invención de la soledad

Primera edición: 1982

Lugar de publicación: Sun Books, New York

Género: Novela híbrida. Ensayo y autobiografía


Sinopsis

Se divide en dos temas principales: la muerte de su padre y la mnemotecnia  como recurso imprescindible para rescatar  fragmentos de la ausencia y construcción de la identidad. 

La memoria es concebida como un espejo roto y, a la vez, materia prima de la escritura. La utiliza como herramienta fundamental para comprender quién fue su padre y, al mismo tiempo, para descifrar su propia identidad. Su enfoque es filosófico e incorpora una constante intertextualidad que invita al lector a indagar la relación del texto con las citas utilizadas. Estas aluden a científicos, teólogos, pintores, escritores y artistas en general, quienes sirven de respaldo a los argumentos que sostienen que las vidas humanas se entrelazan según visiones coincidentes en tiempos y espacios.

Su escritura se despliega en digresiones y metaficciones que asemejan un rompecabezas de relatos breves, piezas que se insertan en la gran historia y conforman un oráculo tejido con sus propias letras. Los ventanales son metáforas de los espacios donde se cruzan las memorias ajenas, posibilitando reflexiones sobre pérdidas, carencias, ausencias y desapegos.

La pluma deja huella frente a la certeza de una frontera invisible entre la vida y la muerte. Con descripciones metafóricas y plenas de significados, retrata ambientes, escenarios y personajes, permitiendo al lector conocer tanto sus comportamientos como su dimensión física, sus costumbres, ideas y sueños.

Finalmente, concluye que el pasado se ha ido y no regresará, por lo que la reconstrucción de la memoria se vuelve imprescindible, pues es allí donde verdaderamente habita.

Reseña ofrecida por Cuquis Sandoval Olivas 

Web personal https://cuquissandovalolivasletrasypoemas.blogspot.com/


lunes, 1 de septiembre de 2025

Ser abuelos


















Ser abuelos

Por cuquis Sandoval Olivas

Tras una vida fecunda y plena, con más de sesenta primaveras recorridas, la existencia nos ha colmado de bendiciones, de regalos que no se compran ni se buscan, porque llegan como soplo divino. Entre ellos, el más entrañable ha sido recibir el título de abuelos, en un tiempo en que aún no llegábamos a las cuatro décadas y la lozanía y fuerza  de la juventud imperaba en nuestro ser y hacer. Entonces, mientras nuestros hijos florecían en distintas etapas —desde el preescolar hasta la preparatoria—, descubrimos que la vida nos obsequiaba un nuevo comienzo y con esto, nuevas ventanas para expandir nuestros horizontes.

Nadie se gradúa en la escuela de la vida; simplemente se cierran ciclos que abren otros, y cada amanecer trae consigo una nueva lección.

Con la experiencia adquirida en la crianza de cinco hijos, emprendimos esta nueva aventura con el corazón abierto, procurando no repetir errores pasados y ofreciendo a nuestros nietos lo más valioso: amor incondicional, tiempo compartido, abrazos sin medida y caricias sin prisa.

Los hemos gozado con plenitud. Hemos reído a carcajadas, jugado como niños, aprendido de sus miradas limpias y de sus preguntas sorprendentes. Cada uno es un universo distinto, un ser irrepetible con carácter y personalidad propios, un reflejo de lo que fuimos y al mismo tiempo una promesa de lo que aún puede ser la vida.

Ellos son la luz que enciende nuestras mañanas, el calor que arropa nuestros inviernos, la armonía que equilibra nuestro paso. Ser abuelos es volver a comenzar, con la dicha de mirar cómo el tiempo se multiplica en generaciones, y cómo el amor se expande sin límite, como un río que jamás se agota.

Ser abuelos es recibir el más dulce de los títulos que otorga la vida, un honor que no se busca, pero que llega como un milagro. Es contemplar cómo la sangre se prolonga en nuevas raíces y ramas, y descubrir que el amor se multiplica sin restar. Ser abuelos es volver a la infancia de la mano de quienes nacieron de nuestros hijos, es revivir juegos, canciones y ternuras que parecían dormidas. Es heredar historias y sembrar memorias, sabiendo que en cada nieto late una parte de nuestro corazón hecha futuro.

De nuestro árbol brotaron cinco ramas, que a su vez se han expandido a once.  Nuestra primera nieta Odetthe Griseld, duerme ya en el regazo del Señor, convertida en estrella que ilumina desde el cielo nuestro caminar e ilumina nuestra alma con sus recuerdos.  Edgar Johan  es un profesionista de veintitrés años, y la más pequeña, un ángel de apenas cuatro meses, que con su mirada tierna y su inocente risa abre las puertas de la esperanza.

A nuestros amados nietos: Edgar Johan, Jorge Daniel, Arleth Marían, Franco Fernando, Danna Yaniel, Dulcinea Alexandra, Marlene Alexia, África Judith, Annia victoria y Aitana Nathalie, les decimos con ternura: cada uno guarda un lugar sagrado en nuestro corazón. En su risa reconocemos la música de la vida, en sus ojos la certeza del porvenir, y en sus abrazos la eternidad del amor. Ustedes son nuestro legado, nuestra siembra y también nuestra cosecha. Son la herencia más pura de la vida, la que ni el tiempo ni la ausencia podrán borrar.


miércoles, 13 de agosto de 2025

Caminar sin ti









    La vida nos presenta laberintos y bifurcaciones en nuestro andar. Desde que llegamos al mundo vamos adquiriendo conciencia de todo lo que nos rodea, de las cosas que podemos prever y de las circunstancias que nos arrollan como tormentas avasalladoras. 

    Hay caminos que nunca elegimos recorrer, pero que nos son impuestos  sin previo aviso. “Caminar sin ti” es el título de mi último libro, cuyo contenido  es la huella testimonial  de diez madres que, con valentía y dolor a flor de piel, comparten su travesía por el duelo más profundo: la muerte de un hijo. 

    La idea de escribir sobre esta temática  nació en el año 2010, cuando nuestra familia se encontraba inmersa en un duelo profundo ante la enfermedad y la presencia inminente de la muerte; en medio de la búsqueda de respuestas atenuantes, recibimos  terapia con la tanatóloga Sofía Miranda. Fue ella quien nos recomendó el libro  “Un hijo no puede morir", de Susana Roccatagliata (2001).  No fue una lectura sanadora en ese instante, pero sí una revelación: esta ausencia es un dolor universal y, al mismo tiempo, único en cada historia contada. No podemos cambiar lo sucedido, pero sí el rumbo de nuestra existencia. 

    Esta idea entró en reposo por varios años, luego, en esa inquietud constante de escribir para dejar huella, empieza a germinar lentamente; procediendo a elaborar un bosquejo de estructura y diseño. Durante meses, visité a posibles participantes, encontrando en muchos casos, una negativa firme y contundente, puertas y ventanas cerradas por la imposibilidad de abrir heridas que, aunque el tiempo pase, nunca cicatrizan del todo. Sin embargo, diez madres aceptaron compartir su historia con la certeza de que la palabra escrita puede trascender, convertirse en un testimonio para otras familias y en memoria viva para futuras generaciones.

    Cada relato es distinto: algunos envueltos en la fe, otros sostenidos por la gratitud hacia quienes tendieron una mano, otros narrados desde la intimidad del silencio roto por las lágrimas y  la desesperanza. Todos, sin excepción, muestran cómo el dolor puede transformar la misión y la visión de la vida misma.

    “Caminar sin ti” no es sólo un libro sobre pérdidas; es una ofrenda de amor y resistencia. Es el eco de voces que se niegan a olvidar, que construyen puentes entre lo que fue y lo que sigue siendo en el corazón. Es, en esencia, un recordatorio de que la ausencia no borra la presencia, y que el amor, aunque cambie de forma, nunca se extingue del todo.

    Este libro es más que páginas y tinta: es un espacio de encuentro entre quienes han vivido la misma pérdida y quienes, aun sin haberla experimentado, pueden aprender sobre la fuerza, la fe y la capacidad humana de sobreponerse. “Caminar sin ti” es un llamado a mirar de frente el duelo, a comprender que el amor de una madre trasciende la muerte y que compartir la historia es también un acto de sanación íntima, familiar y colectiva. Leerlo es acompañar a estas diez mujeres en su trayecto, sentir con ellas, y descubrir que, incluso en la noche más oscura, puede encenderse una luz.

    Abrazar este texto es rendir tributo a la vida, porque recordar también es resistir; compartir, también es empatía, solidaridad y una forma de hacer visible el amor infinito de padres que, desde antes de la concepción, ya soñaban con ese hijo. Es un amor que crece con cada latido y que, aun cuando la vida terrenal se apaga, sigue vivo en la memoria, en las palabras y en cada gesto que honra su existencia. "Caminar sin ti" es, en ese sentido, un acto de resistencia amorosa frente al olvido.






miércoles, 30 de julio de 2025

Equilibrios cotidianos



Equilibrios cotidianos

Y los días se suceden unos a otros desde el inicio de los tiempos, marcados por el constante movimiento de rotación de la Tierra. Cada jornada nos regala veinticuatro horas, de las cuales, al menos ocho están destinadas al descanso, imprescindible para estabilizar el organismo y regular nuestras funciones vitales. Si aplicamos esa operación matemática elemental, nos quedan dieciséis horas disponibles.

De esas dieciséis, generalmente dedicamos al menos ocho al cumplimiento de alguna labor: ya sea en el hogar, en un entorno profesional, educativo o comunitario. Las ocho restantes se distribuyen entre el cuidado personal, la práctica de ejercicio físico, la convivencia con la familia y amistades, la lectura, las visitas sociales, las compras necesarias, y las actividades recreativas como asistir al teatro, al cine, o simplemente caminar bajo el cielo abierto.

Y así, casi sin darnos cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, el día cede paso a la noche, y esta anuncia el inicio de un nuevo amanecer. Los días se suman a las semanas, las semanas a los meses, y los meses conforman los años. El tiempo avanza implacable, con la misma cadencia desde el origen de la vida.

Dentro de este continuo devenir, se presentan múltiples circunstancias, algunas previstas y otras imprevistas. En cada caso, existen matices, decisiones y emociones que nos definen y nos impulsan, pues el ser humano responde tanto a lo que ocurre en su interior como a lo que lo rodea. Las emociones, entendidas como percepciones conscientes o inconscientes ante estímulos internos y externos, se manifiestan en complejas respuestas neurofisiológicas que involucran al cerebro, al cuerpo y al espíritu.

Estas reflexiones someras me llevaron a recordar al psicólogo y pedagogo Jean Piaget, quien fundamentó en su tesis que cuando logramos asir el conocimiento, llegamos al equilibrio, pero luego, volvemos a entrar en ese proceso de desequilibrio que nos lleva a esa búsqueda utópica de felicidad y bienestar. Este ciclo constante de equilibrio y ruptura es, tal vez, la esencia misma del crecimiento humano: nunca estamos completos del todo, siempre en movimiento, en construcción.

Muchas personas —expertas o simplemente sabias desde su experiencia— comparten consejos, ideas y alternativas para lograr una vida más plena y significativa. Desde perspectivas espirituales, cognitivas o sociales, todos los enfoques buscan el mismo fin: el bienestar. Porque, aunque somos individuos únicos, necesitamos del otro para reconocernos, dialogar y reencontrarnos. De ahí la relevancia que han cobrado las redes sociales en la actualidad: espacios virtuales donde compartimos, nos expresamos, buscamos compañía o simplemente nos dejamos ver.

Sin embargo, la inmediatez digital suele desplazar lo importante, y muchas veces caemos, casi sin notarlo, en la trampa de la procrastinación. Pasamos largas horas frente a pantallas, consumiendo contenido efímero, y olvidamos los placeres esenciales que la naturaleza nos ofrece generosamente: el sonido del viento entre los árboles, la conversación sin prisas, el aroma del café recién hecho, la caminata sin destino, o el abrazo que no necesita palabras.

Tal vez —y solo tal vez— habría que hacer una pausa, mirar el cielo y recordar que cada día es una oportunidad única, irrepetible e irreemplazable. Y que el tiempo, ese viejo maestro silencioso, no espera a nadie.